Tengo la suerte de estar impartiendo docencia con alumnado infantil, y ello conlleva que abarque un tramo de edad incompatible con la participación en redes sociales.
Participación entendida desde el punto de vista de utilización autónoma y consciente (desde la creación y propiedad de la red social).
Sin embargo, existe una participación subjetiva, inactiva, circunscrita a la participación adulta (principalmente dentro del ámbito familiar del menor).
Es esta participación "en la sombra" en la que hay que tomar medidas de observación y prevención para poder proporcionar herramientas adecuadas al menor.
Medidas encaminadas a ofrecer la mejor mirada de la participación en redes sociales, evitando proyectar la visión de que esa participación en redes sociales son siempre sinónimo de éxito y bienestar. Porque no todo vale.
Como sabemos, el modelaje del adulto tiene una gran influencia en el desarrollo de la infancia, de esta manera, considero la posibilidad de ofrecer también herramientas al entorno adulto que participa en redes sociales para que se puedan ver respetados en todo momentos los derechos de la infancia, y por ende, un uso adecuado de esta participación.
Ser responsables críticos con el uso de las redes sociales es responsabilidad de todos y todas.